Cuidados de la piel en el paciente postrado
Los pacientes que se encuentran postrados en cama, como consecuencia de enfermedades graves, traumatismos o deterioro importante del estado general, se ven expuestos a una gran variedad de problemas en diferentes órganos y sistemas, entre los que se incluye la piel.
Al respecto, es importante recordar que todas las personas con limitaciones de movimiento, reposo voluntario u obligado, durante periodos de tiempo prolongados y/o que no sienten algunas partes del cuerpo, se encuentran en riesgo de irritación, inflamación y aparición posterior de úlceras por presión.
Estas lesiones se producen como consecuencia de la presión que ejercen el peso del cuerpo o estructuras externas como sondas, aparatos médicos e incluso las sábanas y la ropa, sobre la piel del paciente, así como de la fricción producida al movilizar o arrastrar a la persona.
Entre las recomendaciones de los expertos para el cuidado de la piel y la prevención de las úlceras por presión, se encuentran las siguientes:
- Hacer una revisión diaria buscando identificar señales tempranas de esta complicación, incluyendo áreas enrojecidas, ampollas, rozaduras y/o pequeñas heridas.
- Priorizar la revisión de bordes óseos, zonas de apoyo, áreas expuestas a la humedad, puntos donde se encuentran insertados sondas y otros dispositivos médicos, bordes de yesos, férulas prótesis y vendajes elásticos.
- Llevar a cabo el lavado de la piel con agua y jabón o con toallas de mano y compresas, secando muy bien después del baño, con toques suaves o secador, evitando la fricción.
- Reducir el exceso de humedad asociado a sudoración, mediante el control de la temperatura ambiental, el cambio frecuente de la ropa de cama, el uso de ventilador y evitar el exceso de ropa, medias y cobijas.
- Disminuir la exposición a orina y/o materia fecal, utilizando pañales absorbentes y cremas antipañalitis, en los casos en que no están contraindicados por el médico.
- Aplicar cremas hidratantes, frotándolas suavemente, sin generar fricción, evitando las zonas de riesgo y utilizando toques suaves en zonas enrojecidas o con heridas de piel.
- Llevar a cabo cambios de posición cada 2 horas, durante el día y la noche, siguiendo una programación preestablecida y evitando el contacto de superficies o prominencias óseas.
- Utilizar colchones o colchonetas antiescaras, cojines y/o almohadas de alta densidad, con el fin de reducir la superficie de contacto y la presión sobre las áreas de riesgo.
- Utilizar los apósitos, material de curación y protección de la piel que le hayan sido recomendados por el profesional de la salud, evitando los que tengan adhesivos.
Referencias bibliográficas
- Prevenir las úlceras de decúbito. Portal Medline Plus. Disponible en internet en:
https://medlineplus.gov/spanish/ency/patientinstructions/000147.htm
- Úlceras por presión: Cuidados de prevención. Portal Ulceras Net. Disponible en internet en: www.ulceras.net